Entre rosas y un recital
Proclamaré la verdad
No es que mi palabra sea santa
Pero la hipocresía estiró la manta
Las tinieblas se asomaron a las ventanas
Los jóvenes mueren, verdes manzanas
La madurez no habita en los cuerpos robustos
Sino en los prudentes y justos
Mientras unos sobresalen en la crítica
Otros viven con mascaras en la política
Los jilgueros cantan la melodía
Que esta sociedad esta perdida
Casi no existen amigos sinceros
Sobra quien piense que eres de acero
Siempre habrá un simio orgulloso
También en todo bosque hay un perezoso
Que se hinche tu pecho si eres perfecto
Y te mostraré el único que resucito entre los muertos.